Oscar Wilde

Nacido en Irlanda en 1854 -y por no salirnos de momento de nuestra norma no escrita de autores del siglo XIX- y muerto en 1900 en Francia, Oscar Wilde escribió muchas más obras de las que cualquiera podría imaginar en 46 años. Murió relativamente joven, por lo que podemos imaginar cuan esplendorosa habría sido en realidad su carrera literaria de haber tenido más tiempo, a pesar de que nunca lo sabremos con certeza.

Como se ha dicho, posee una gran cantidad de libros: ensayos, novelas, cuentos, teatro... Le dio tiempo a escribir de todo y, como a todos los otros autores que hemos mentado, a escribirlo bien. Es autor del libro El retrato de Dorian Grey que hoy en día podemos encontrar en un cine más bien moderno como una adaptación que sin duda consideraremos como buena pero nosotros... Nosotros nos centraremos en otro de sus escritos. Uno poco conocido, pero que el nombre "suele sonar".

Hablo, sin duda, de El fantasma de Canterville. En un inicio y cuando dices que esta obra ha de atribuírsele a Wilde, muchas personas dudan. Quizás sea porque hay una proximidad de fechas de nacimiento y publicación en gran cantidad de estos grandes autores pertenencientes a Reino Unido que por eso es tan sencillo confundirlo. Pero no... Nosotros estamos aquí para aclarar y dar una autoría exacta.

El fantasma de Canterville, Oliver Wilde. Es una historia simple, sin segundas partes que es más un cuento que una novela. Trata sobre una familia que compra una mansión que posee alrededor de 300 años donde habita un fantasma que, tras tratar de asustar a la familia, siempre de manera frustrada, acaba siendo maltratado por los dos gemelos miembros de aquella familia mediante bromas. 

Es un cuento divertido y ameno, que se puede leer en varias partes si quieres disfrutarlo más. Además, existe una adaptación cinematográfica del mismo que, a pesar de antigua, es bastante divertida también. A continuación, les dejo el trailer:

Puede que parezca que, en comparación con otros autores este posee poco texto, pero es que sus escritos hablan por si solos y además son cortos. ¿Qué más puede pedir un estudiante? Pequeñas dosis de diversión de mano de alguien que vivió hace ya un par de siglos.

Como Jane Austen, Lewis Carroll, Arthur Conan Doyle y Agatha Christie, Oscar Wilde también merece la pena ser leído.